Helado de fresas sin heladera
Elaboración
Paso 1Lava y seca las fresas. Quita las hojas, rabitos y partes estropeadas. Corta las fresas en láminas finas y colócalas sin amontonar en una bandeja que quepa en el congelador. Otra opción es ponerlas en un táper con film plástico entre capa y capa para que no se peguen entre sí. Tapa y congela al menos seis horas.
Paso 2Monta la nata. Paso 3Saca las láminas de fresa del congelador y tritura en un procesador o picadora junto a la leche condensada hasta conseguir una crema espesa con textura parecida al helado. Paso 4Añade la nata montada a la mezcla de fresas, en varias tandas y con movimientos envolventes para que no pierda volumen. Agrega el licor (opcional). Paso 5Vierte la mezcla en un recipiente hermético limpio y seco. Coloca film plástico al contacto sobre la superficie para que no se forme escarcha, coloca la tapa y mete en el congelador. Para conseguir más cremosidad, se puede sacar a las 3 horas para volver a batirlo y congelarlo de nuevo.
Paso 6Para los tropezones: calienta en un cazo las fresas cortadas finamente, el zumo de limón y el azúcar. Reduce a fuego lento hasta conseguir una mermelada espesa. Deja enfriar por completo y echa por encima el helado, repartiendo en una capa fina. Vuelve a tapar y guarda en el congelador.
Paso 7Saca el helado a temperatura ambiente 10 minutos antes de consumirlo.